EXPERIENCIA 1: DINAMARCA.


Última llamada a los amantes de los viajes y a los soñadores despiertos. Hoy comenzamos nuestra gran aventura viviendo 80 (miles) de experiencias alrededor del mundo. ¿Estáis preparados para empezar?

Bienvenidos al inicio de nuestra aventura que tendrá como punto de partida uno de los países donde la gente se va siendo más feliz aún, que al llegar al mismo. Hablamos nada más y nada menos que de Dinamarca. Sí, Dinamarca es el país donde vive la gente más feliz del mundo. Pero ¿quién no sería feliz viviendo en un paraíso como este? Puedo deciros por experiencia propia que este lugar os fascinará.

Verano siempre es una buena estación para viajar, y si tu destino es uno de los países nórdicos por excelencia, entonces no lo pienses más. Yo viajé en verano, y como no quiero que os convirtáis en cubitos de hielo, os recomiendo que elijáis las épocas más cálidas para visitar el país. Aunque suene raro, una de las cosas que más disfruté en mi viaje fue de las playas. Dinamarca no es un país que destaque por sus playas, pero ¡vaya playas! Y esto os lo dice una persona que vive en las Islas Canarias. Y no, ya sé que a priori no vas a Dinamarca por sus playas, pero os aseguro que hay unas playas de arena blanca que ni en Bahamas. Por mencionaros una, en la costa oeste de Dinamarca me enamoré a primera vista de la playa “Blavand” y sus grandes dunas.

Otra experiencia increíble que viví y que creo que es un must si decides viajar a Dinamarca, es visitar la isla de Fano. A unos 10 minutos en ferry desde la costa oeste del país, esta solitaria isla es el lugar perfecto para relajarte y desconectar. Y si os gusta la fotografía, no podréis soltar vuestra cámara. Inmortalizar el paisaje de esta isla te permitirá viajar a ella en cualquier momento, solo con volver a ver la foto.

En Dinamarca podrás moverte en bicicleta. Este transporte económico, divertido y respetuoso con el medio ambiente, se encuentra al alcance de cualquiera, puesto que puedes alquilarlas en varios puntos de la ciudad. Y en cuanto a la comida, Dinamarca no tiene una gran variedad de platos típicos. La cocina danesa tiene influencias suecas y noruegas, y en ella predominan, sobre todo, los pescados. Pero como esto no es un blog gastronómico, yo tengo que confesaros que para mi lo mejor fueron los perritos calientes que me comí en unos puestos ambulantes que había en todas las plazas de la ciudad.

Y para terminar puedo deciros que sí, después de mi viaje a Dinamarca soy una persona más feliz. Y también soy feliz porque hemos llegado al final del primer post y ya empieza la cuenta atrás para el post de la semana que viene. Contadme que os ha parecido este post “piloto”. Y si tenéis alguna otra sugerencia no dudéis en decírmela. Por el momento sed muy felices y reservad muchos viajes. ¡Hasta el próximo post!


Bon voyage!

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